WALNUT, LA FLOR DE LA PROTECCIÓN Y EL CAMBIO

Walnut

Grupo emocional V:
Hipersensibilidad a influencias y opiniones.

(Juglans regia)

Descripción del Dr. Bach:

Para aquellos que tienen ideales y ambiciones definidos en la vida y los están cumpliendo, pero en raras ocasiones se ven tentados a dejarse desviar de sus propias ideas, objetivos y trabajo, por el entusiasmo, convicciones u opiniones firmes de los demás. El remedio da constancia y protección de influencias externas. Los Doce curadores y otros remedios. “

Walnut está relacionado con los dictados del alma del nuevo comienzo y de la libertad de espíritu. En estado Walnut negativo, al individuo le cuesta dar el último paso decisivo porque, consciente o inconscientemente, algunas fibras de su personalidad lo mantienen atrapado en decisiones o problemas del pasado.

Así como Walnut ayuda en los nuevos comienzos intelectuales o espirituales, también es eficaz en las grandes fases biológicas de transformación, que traen consigo decisivas reorientaciones interiores y liberan prístinos potenciales de energía, como, por ejemplo, en la fase de la dentición, la pubertad, el embarazo, la menopausia o en la terminal de la existencia física.

Se puede hablar de un defecto de la personalidad en el estado Walnut negativo en lo que se refiere al pasajero apocamiento que sufren estas personas y a la reacción retardada de los impulsos de su Yo Superior. Por cierto, están abiertas a su guía interior, pero todavía se dejan desviar con demasiada facilidad, por la mente en lugar de subordinarse por entero a la guía de su Yo Superior. Todavía se orientan por las ideas de otras personas, en lugar de hacerlo por la misión que les impone la propia alma.

VIRTUD

En estado Walnut positivo, se es totalmente libre interiormente y se puede navegar hacia nuevos horizontes. La persona avanza en la realización de los cometidos de su vida, sin la influencia de circunstancias externas, y libres de las opiniones de otras personas. El propio Edward Bach fue un ejemplo de este estado Walnut positivo. En los últimos años de su vida, dejó todo atrás: el reconocimiento de la sociedad, la seguridad económica, las tradiciones de la medicina ortodoxa, todo su pasado profesional, para dedicarse sólo a su vocación interior, en las condiciones económicas más precarias y soportando el desdén burlón de sus colegas.